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El insomnio en los bebés y niños

El insomnio en los bebés y niños

Dormir es imprescindible para el bienestar emocional, físico y mental y cuidarlo es muy importante, especialmente en los primeros años de vida.

Concretamente, el sueño es imprescindible para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Mientras dormimos se producen importantes cambios metabólicos y hormonales. Por ello, prestar especial atención al sueño de los más pequeños en sus primeros años de vida es clave.

Pero, ¿cuáles son las causas del insomnio en los bebés y en los niños? Son muchos los padres preocupados por los problemas de sueño de sus hijos. Además, muchos adultos con problemas de sueño, arrastran ese problema desde la infancia. Por esta razón, es imprescindible que los niños aprendan a dormir solos a una edad temprana.

Normalmente cuando un niño duerme mal, durante el día se muestra más irritable, excitado y dependiente de la madre. Por otra parte, la falta de sueño puede repercutir negativamente en su rendimiento escolar, ya que el niño presentará dificultades para concentrarse y aprender.

En España, en general se duerme menos que en otros países europeos. Influyen razones tanto culturales como de clima y horarios. Partiendo de esto, los especialistas recomiendan no sobrecargar a los más pequeños de actividades extraescolares que puedan llegar a restar horas de sueño a los más pequeños.

Pero, ¿cuánto tiempo han de dormir los niños? En los primeros meses de vida, hasta el medio año, lo recomendable es dormir entre 14 y 17 horas al día; a partir del sexto mes, lo habitual es dormir entre 13 y 14 horas aproximadamente; una vez el niño cumple los dos años, debe dormir entre 12 y 13 horas y a partir de los 4 unas 11 horas al día.  Sólo desde los 5 años y hasta los 10 y 11, las horas se reducirán a 10, y cuando se alcanza la adolescencia y edad adulta, lo recomendable son 8 horas diarias.

No obstante, estos datos no es una regla matemática, ya que algunos niños necesitan menos horas y otros más, sin que ello repercuta en su actividad diaria.

 

La alimentación es importante para favorecer el sueño y evitar el insomnio

Existen una serie de alimentos que favorecen el sueño, como son los hidratos de carbono (arroz, legumbres, pan, fruta…); la vitamina B6, frutos secos, huevos, legumbres, ácidos grasos polisaturados (aceite de oliva, salmón, atún…)

Por el contrario, no es recomendable tomar antes de dormir bebidas con cafeína, postres y dulces o proteínas (carnes y pescados). Es mejor destinarlos a las comidas, ya que pueden favorecer el insomnio.

 

Otros hábitos de sueño para los más pequeños

Es importante, para favorecer el sueño, el seguir una serie de rutinas como es el mantener los mismos horarios de comidas y de descanso, respetar siempre un mismo rito a la hora de acostarse, que los padres salgan de la habitación antes de que el niño se haya dormido, y si el bebé llora, acudir a pequeños intervalos: la primera vez después de 1 minuto de llanto, la segunda a los 3 minutos y así sucesivamente, sin llegar a estar nunca más de 5 minutos.