Cada estación del año tiene sus pros y contras. También si estás embarazada. Aquí te damos las claves para exprimir al máximo todo lo bueno que te aporta el otoño y te recomendamos una serie de pautas para evitar las posibles problemáticas que puedan derivar de esta estación.
Empecemos por los puntos positivos. ¿Qué aspectos pueden ser de gran ayuda cuando estás embarazada en otoño?
En primer lugar, es importante recordar que es la estación en la que arranca prácticamente el curso escolar. Para las que no son mamás primerizas, esto es un punto más que positivo, dado que con la vuelta al cole, pueden tener algo más de tiempo para descansar que en verano, cuando los niños están de vacaciones.
Otra ventaja son las temperaturas. Son más suaves y llevaderas. Aún no hace excesivo frío pero ya nos hemos librado del calor insoportable del verano, lo que suele afectar positivamente también en el sueño.
Las buenas temperaturas influyen también en el siguiente punto positivo: éstas invitan a salir a dar largos paseos. Además, comienza la temporada de conciertos y actividades de ocio que suelen organizarse en las distintas ciudades.
Por el contrario, afrontar el embarazo en otoño también tiene algunos contratiempos, que con los cuidados y siguiendo las recomendaciones, no tienen por qué suponer un problema.
Uno de los principales inconvenientes de esta estación es que es la época en la que somos más propensos somos a coger resfriados, catarros y gripe. Por ello, las futuras mamás deben prestar especial atención a su salud dado que caer en un resfriado durante el embarazo implica el no consumo de medicación, por lo que la recuperación es más lenta.
El tiempo, que lo presentábamos como un aspecto positivo, puede convertirse en días puntuales en uno negativo, ya que en otoño también suele haber bastantes días de lluvia que pueden impedir que hagas planes. Además, es importante tener cuidado con las caídas durante el embarazo cuando llueve y es más fácil resbalarse.
En otoño, presta especial atención a tu piel si estás embarazada
Es importante reparar la piel tras el verano, ya que el sol es muy agresivo con la piel. Además, aunque no lo oigamos tan a menudo, con el frío la piel también sufre y en otoño/ invierno sometemos a la piel a cambios bruscos de temperatura, lo que puede tener un efecto muy nocivo para ella. La mejor forma de cuidar tu piel durante el embarazo es beber líquidos.
También es recomendable el uso de cremas hidratantes. Evita cosméticos que tengan alcohol o sean perfumados, ya que pueden provocar alergias. Es importante recordar que hay que evitar durante el embarazo el uso de productos que contengan ácido retinoico o peróxido benzoilo: suelen estar presentes en algunos tratamientos contra el acné u pueden provocar malformaciones en el feto.
Hay que recordar que el uso de protección solar no se limita al periodo estival. Durante el embarazo no hay que olvidar que el uso de protección solar ha de ser continuado. De esta forma se evita la aparición de manchas y el oscurecimiento de la piel. También se reduce la aparición de cloasma, pequeñas manchas en la cara o cuello que suelen aparecer durante el embarazo y desaparecen al dar a luz.