El parto y el nacimiento de una criatura se trata de un acontecimiento especial, una vivencia única y personal en la vida de una mujer.
La espera ha sido de 9 meses pero, por fin, es el momento y te encuentras nerviosa dado que vas a ser la protagonista principal de ese momento y puedes aprovechar la oportunidad de vivirlo con toda la intensidad que seas capaz.
El parto es un proceso natural para el que el cuerpo de la mujer está preparado. Conforme se va acercando el momento, tu cuerpo te enviará señales que lo van a indicar, aunque estas señales no siempre son iguales en todas las mujeres. No obstante, es importante que las conozcas y te sirvan de orientación para saber cuándo tienes que acudir a la maternidad.
Disponer de información adecuada en todo el proceso y mantener una buena comunicación con los profesionales sanitarios que te atienden y el sentirte acompañada por quién tú elijas, te ayudará a afrontar el parto con tranquilidad y confianza.
¿Qué síntomas no deben alarmarte previamente al parto?
-Expulsión del tapón mucoso (flujo espeso que durante el embarazo ocupa el cuello del útero). Su expulsión puede durar uno o varios días y puede ir acompañada de sangre, pero no es indicativo de parto.
-Contracciones irregulares (se consideran irregulares aquellas contracciones que aparecen a diferentes intervalos de tiempo y cuya intensidad varía). Suelen aparecer al realizar algún tipo de actividad física.
-Síntomas compatibles con infección urinaria (dolor al orinar, en la zona lumbar…) Si presentas alguno de ellos, acude a la matrona de tu centro de salud para que lo valore y derive para su diagnóstico clínico y tratamiento.
-Spotting (manchados debido a la secreción vaginal). Aparecen tras mantener relaciones sexuales coitales, tras un tacto vaginal o por las pequeñas modificaciones que van ocurriendo a nivel del cuello uterino.