¿Has oído hablar de la Toxoplasmosis? ¿Sabes cuáles son las causas y cómo prevenirla durante el embarazo? Aquí respondemos a algunas de tus preguntas:
La toxoplasmosis es una infección debida al parásito Toxoplasma gondii, el cuál puede vivir tanto en las células de los seres humanos (afecta especialmente a personas con sistemas inmunitarios debilitados) como en animales. En los que es más frecuente es en los gatos y animales de granja.
Esta infección puede ser peligrosa para el feto, si la contrae la embarazada, ya que hay un 40% de probabilidades de que este se contagie (toxoplasmosis congénita). En el primer trimestre de embarazo es cuando mayor es el peligro para el bebé. A medida que avanza el embarazo, aunque las probabilidades de contagio son aún mayores para el bebé si la embarazada contrae la infección, la gravedad de la infección disminuye.
¿Cómo puede contraerse esta infección?
Los expertos creen que alrededor del 50 por ciento de las infecciones de toxoplasmosis se producen por comer carne infectada cruda o poco cocinada. No obstante, también puedes contraer el parásito de otras formas, como por ejemplo, si comes frutas o vegetales frescos contaminados, bebes agua contaminada, o tocas tierra contaminada, arena de la caja de un gato o carne que esté infectada y después te tocas la boca, la nariz o los ojos.
La toxoplasmosis no se puede transmitir de persona a persona, salvo en el caso de la transmisión de madre a hijo durante el embarazo o a través de una transfusión de sangre infectada o de un trasplante de un órgano de una persona infectada.
¿Y cuáles son los síntomas?
Si no te haces ningún análisis, probablemente no sabrás que tienes la infección, ya que la gran mayoría de la gente no presenta ningún síntoma. En caso de que sí tengas síntomas, los más frecuentes son: inflamación de los ganglios linfáticos del cuello sin dolor y otros síntomas por lo general leves como dolores musculares, fatiga, dolor de cabeza, fiebre y posiblemente dolor de garganta o sarpullido.
A veces es posible sospechar la presencia de toxoplasmosis cuando, en una ecografía prenatal, se observan ciertas anomalías fetales. No obstante, la mayoría de los bebés infectados no muestran ninguna anormalidad.
¿Qué pruebas se realizan para detectarlo?
Si hubiese indicios de que estás infectada, te harán un análisis de sangre para medir los niveles de dos anticuerpos. En base a los resultados, puede que sea necesario hacerte un nuevo análisis en dos o tres semanas y enviarlo a un laboratorio de toxoplasmosis. Esto se hace para confirmar los resultados iniciales y para que sea más fácil precisar la fecha en la que te podrías haber infectado.
¿Y cuál es el tratamiento?
Si los resultados indican que contrajiste toxoplasmosis durante el embarazo, tu médico podría comenzar a tratarte con un antibiótico que reduzca el riesgo de que transmitas la enfermedad a tu bebé. Y como no todas las infecciones maternas se transmiten al bebé, quizás te harán una amniocentesis para determinar si el bebé también tiene la infección. (El laboratorio realizará un análisis de ADN especial del líquido amniótico para verificar la presencia del parásito de la toxoplasmosis).