¿Ya has alcanzado el sexto mes de embarazo? Notarás como tu bebé cada vez se mueve más. Además, si otra persona pone la mano en tu barriga, también podrá notarlo ya.
Si sientes calambres en tus piernas, intenta hacer algún estiramiento antes de acostarte. Por otra parte, es posible que empieces a sentir que la piel te tira. No olvides ponerte crema hidratante.
Te encuentras en la semana 23 d embarazo y tu bebé ya traga el líquido amniótico, que luego filtra su estómago y pasa a sus riñones que ya funcionan. Otro órgano que funciona es el páncreas, el cuál produce insulina, la hormona que regula el nivel de azúcar en la sangre. Precisamente en esta fecha te harán a ti el test de la glucosa, para ver cómo metabolizas el azúcar.
En la semana 24 de embarazo, el feto empieza a practicar ahora otra nueva actividad: llenar y vaciar los pulmones con líquido amniótico, como si fuera aire, hinchando los alvéolos recién creados. Tu bebé está creciendo mucho. Sus huesos van desarrollándose y aumentando en tamaño y densidad. Ya tiene en sus mandíbulas las yemas de los dientes de leche y, debajo, las de los dientes definitivos.
Además, el cuerpo está empezando a producir glóbulos blancos para luchar contra las infecciones.
En la semana 25 notas perfectamente cuándo el bebé se mueve. ¡Ya da patadas y codazos! Con este ejercicio sus músculos se fortalecen y el cerebro comienza a tomar el control de los movimientos que realiza el cuerpo. Mientras tanto, los nervios que rodean la boca y los labios muestran mayor sensibilidad, preparando al bebé para la tarea de buscar el pezón de la madre cuando nazca. Hace unas semanas el feto empezó a practicar una actividad de forma esporádica y ahora es casi constante: llenar los pulmones con líquido amniótico, como si fuera aire Los pulmones son un órgano que tarda en madurar. En esta semana ya se han creado los alvéolos, los finos capilares del árbol bronquial que, cuando el niño respira aire, llevarán las moléculas de oxígeno a su sangre y extraerán de ella el anhídrido carbónico.
A partir de la semana 26, su tamaño le impedirá caber estirado, por lo que deberá permanecer ya en posición fetal. Notarás, especialmente al dormir, que en ocasiones se agita porque puede estar incómodo sobre tu columna vertebral, y pide que cambies de posición.
Bajo la piel del pequeño, aún muy fina y arrugada, se está creando adipocitos que generan grasa y la van engrosando.
Por último, en la semana 27, el feto ya tiene pestañas y por fin abre los ojos. El iris ya no lo ocupa todo como antes, sino que es un círculo azulado con una pupila en el centro que se agranda y se encoje en función de la cantidad de luz. Aunque la vista seguirá perfeccionándose, a nivel anatómico, los ojos ya son casi perfectos.