Si ya has superado el primer tercio de embarazo, tenemos buenas noticias para ti. A partir del cuarto mes, lo más común es que vayan disminuyendo las náuseas y vómitos. Sin embargo, es posible que detectes sangrado en las encías. Es normal.
Por otra parte, comenzarás a notar un incremento del apetito, pero ¡ojo! Contrólate y no comas platos muy fuertes, ya que te pueden provocar acidez de estómago e hinchazón.
Aún es pronto para notar a tu bebé en el cuarto mes, aunque hay casos en los que sí es posible (normalmente en madres primerizas o mujeres muy delgadas).
¿Y qué hay de tu bebé? ¿Cómo marcha su desarrollo?
A partir de la semana 14, el feto ya es capaz de hacer gestos, abrir y cerrar las manos… El cerebro crece a la velocidad de la luz y el bebé va teniendo mayor control sobre sus movimientos. Comienza a formarse el cabello y los genitales empiezan a madurar. Además, el futuro niño o niña ya realiza los movimientos de inspiración y expiración, preparándose para la vida cuando salga del útero, ya que mientras se encuentra en la placenta, respira a través del cordón umbilical.
A partir de la semana 15 el tamaño del feto es similar al de una berenjena. Comienza un periodo de mayor seguridad, ya que el 90% de los abortos espontáneos tienen lugar en el primer trimestre de gestación.
El pequeño bebé ya tiene las piernas más largas que los brazos y un fino esqueleto de huesos diminutos. En estos días empieza a salirle un vello muy fino por todo el cuerpo que conservará hasta poco antes de nacer: el lanugo.
A partir de la semana 16 has pasado oficialmente al segundo trimestre de embarazo. ¡Enhorabuena! Suelen ser los mejores tres meses del embarazo, ya que las náuseas del primer trimestre suelen desaparecer y aún no sientes molestias por el peso del bebé, más propias del tercer trimestre.
El bebé empieza a oír, a ver, a degustar el líquido… Los huesos se van endureciendo y aparecen las uñas y se forman las huellas dactilares.
A partir de la semana 17 es cuando se suele comenzar a notar la barriga (hay casos en los que antes).
Los ojos del feto, aún cerrados, son mucho más grandes y las pestañas y las cejas también han crecido. El corazón ya bombea hasta 24 litros de sangre diariamente.
Su esqueleto ya tiene todos los huesos en su sitio, aunque son de cartílago y diminutos. Las células óseas recogen calcio, fósforo y otros minerales de la sangre para ir aumentando su densidad y tamaño