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Tu embarazo paso a paso: el octavo mes

Tu embarazo paso a paso: el octavo mes

Ahora sí que estás entrando en el final del embarazo en mayúsculas. Puede que comiences a sentir ansiedad por terminar esta etapa. Estás cansada y tienes ganas de ver a tu bebé. La incomodidad de la barriga y el aumento de pecho, puede incomodarte al dormir. Deberás prestar especial atención a tu alimentación para no estreñirte. Reparte las comidas en cinco ingestas.

Intenta moverte en la medida de lo posible, pues notarás presión sobre la pelvis y manos y tobillos se te hincharán, especialmente al final del día.
A partir de este momento, vigila especialmente el dotar al cuerpo del calcio suficiente, pues la placenta se lo envía al feto en grandes cantidades ya que es el momento en el que se están solidificando sus huesos. Es en este momento cuando, en el caso de las niñas, se transforman sus primitivas células sexuales en ovocitos, y en el caso de los niños, descienden los testículos desde el abdomen hasta la bolsa del escroto.

En las semanas que le quedan al feto, aunque en tamaño no crecerá mucho más, sí lo hará en peso, ocupando prácticamente todo el útero. ¡Ahora ya no tiene espacio para moverse como al principio!

Alrededor de estas semanas, acudirás a hacerte la tercera ecografía obligatoria del embarazado. En esta, ya no cabe el bebé entero, por lo que lo verás por partes. El doctor te indicará cosas como si el peso y la talla son correctos, si la posición es la adecuada, si la bolsa tiene suficiente líquido, si la respiración es adecuada… Además, en este momento es cuando el bebé está desarrollando su sistema inmunológico para poder hacer frente en el futuro a posibles infecciones.

En estas semanas, descansa, tendrás altibajos emocionales y es importante que te relajes, porque al bebé le llegan las hormonas que tú generas con tus estados de ánimo. De la misma forma, las hormonas del bebé también te llegan a ti.

¿Sabes qué son las glándulas suprarrenales? Pues tu bebé las tendrá muy grandes (tal y como podrás apreciar en la radiografía), ya que son las encargadas de producir esteroides, hormonas que al pasar por la placenta se convierten en estriol y estimulan la prolactina, que se encarga de la producción de leche en la madre. Cuando el nivel de estriol en el cuerpo de la madre sea el adecuado, estas glándulas fetales disminuyen y se adaptan al cuerpo del bebé.